Mira, conoce y después HABLA

Las personas por naturaleza somos un tanto extrañas. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia personalidad que hacen destacar lo mejor de nosotros e incluso lo peor. Muchas veces nos equivocamos pero lo volvemos a intentar una y otra vez, solemos ser unos pesados... hasta que nos digan que NO.
¿Qué tiene de malo querer luchar hasta el final? 
Es lo mejor que podemos hacer, luchar por lo que queremos para mantenerlo hasta su fin.
Nosotros, los seres humanos, solemos juzgar a las personas por su apariencia física, por su manera de vestir, por su manera de hablar, de gesticular, de caminar. Es un gran fallo, enorme, porque deberíamos conocer bien principalmente para luego poder dar la opinión adecuada sobre esa persona. Es mas me apuesto que a todos alguna vez que otra nos ha pasado esto, que hallamos juzgado  a una persona equivocadamente no queriéndola ver ni un solo segundo a tu lado, pero cuando te propones conocerla de verdad y darle una oportunidad, nos sorprendemos, porque de repente así como si nada se convierte en una de las personas que mas aprecias, es ahí entonces cuando uno se da cuenta de lo que debe y no debe hacer antes de abrir la boca para decir estupideces sin conocer realmente a quien tiene en frente suya.